El álbum estaba forrado con una imitación de piel que con el paso del tiempo comenzó a volverse pegajosa.
Lo primero que hice fue sacale los apliques de plata que tenía. Lo forré con un fino papel de seda plateado y luego con un papel más grueso con cera que dejaba traslucir el anterior, ambos los pegué al álbum con cola. Por último, le puse en los bordes del lomo zig-zag de color granate.
Éste es el resultado.
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